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BREVE HISTORIA DEL HOTEL “LA GRANJA”

La vocación de San Martín Texmelucan para ofrecer hospedaje tiene raíz en sus propios orígenes. Desde el principio, el hecho de que, primero el pueblo y luego la ciudad hayan sido trazados a la vera del Camino Real México – Veracrúz sentó las bases para el surgimiento de una serie de establecimientos destinados al descanso de viajeros y comerciantes, reposición de carruajes y cambio de animales de tiro.

Se les llamó “ventas”; pasado el tiempo se conocieron como “postas”; posteriormente vendrían los “hostales” y en nuestros tiempos los “hoteles”. Cada denominación en sí es un concepto que es un conjunto de servicios.

Las “ventas” era un lugar perdido entre la montaña; lugar de refugio para evitar los saltadores del camino y sus servicios incluían un establo, cama de paja, y tal vez alimentos para reponer fuerzas. Las “postas” incluían reposición de caballos y carruaje, cuarto y cama con decencia para descansar, además de la venta de alimentos y otros servicios. Las ventas y postas son propias de los siglos XVI al XVIII.

Por su parte, el siglo XIX dará la bienvenida a los “hostales”. Es la versión más cercana al moderno hotel. Un sitio seguro, limpio, cómodo, con cuartos individuales, comedor, y baño para el aseo personal; además de proporcionar servicio para reponer los carruajes, herrajes de los animales y caballerizas para dar descanso a las recuas. Generalmente estarán apostados a la orilla de un camino o vía de tráfico constante.


En el concepto de “Hostal” se dio el nacimiento del Hotel La Granja en el último tercio del siglo XIX. Sin embargo, para 1898 aparece en el padrón de establecimientos comerciales que pagaban sus contribuciones al Ayuntamiento de Texmelucan.

Surge justo en el momento de la “primera industrialización” de Texmelucan. Y al juzgar por el registro de sus ocupantes, en su mayoría son comerciantes que llegan de la Ciudad de México, Veracrúz y Puebla, por vía del Ferrocarril Interoceánico, y que viene a negociar las semillas de los hacendados y las mantas de las fábricas textiles “San Martín” y “El Pilar”.

Fue ubicado en la confluencia que hacían el camino Nacional México – Puebla y el carril que conducía a la Estación del Ferrocarril. Posición que lo consolidó en la preferencia de los viajeros, pues captaba tanto a los automovilistas como los usuarios del tren, fundamentalmente. Además su cercanía con el Palacio Municipal, la Plaza, y los templos católicos era un beneficio mayor de seguridad y comodidad para sus huéspedes.

Con la puesta en marcha en 1920 de la carretera petrolizada México- Puebla el Hotel registra su mayor expansión en cuanto al número de cuartos en servicio. Pronto obligó el cierre de antiguos hostales ubicados en sus cercanías.

Entre 1930 y 1945 vive la época dorada del turismo extranjero; principalmente del norteamericano que se dirigían al sur y sureste del país. En las viejas guías e itinerarios de viajeros el nombre del Hotel La Granja como sugerencia obligada.

En la “segunda industrialización” de Texmelucan ocurrida entre 1960 y 1983 el Hotel sigue vigente en su posicionamiento. Sin embrago, ha perdido preferencia por su escasa remodelación y por no introducirse en los nuevos conceptos del turismo moderno. A mediados de los años 90s y principios del siglo XXI el hotel ha perdido supremacía, y sin ideas innovadoras en el servicio parece sucumbir ante nuevos conceptos de hospedería.

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