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“La Familia Nájera Lagarde: hacendados Texmeluquenses en la Revolución Mexicana”

Miguel Nájera Luzuriaga y su hijo José Nájera Lagarde fueron importantes hacendados en el Valle de Texmelucan, propietarios de la extinta Hacienda de San Miguel Totolqueme o Lardizábal.Don miguel Nájera Luzuriaga fue un ciudadano apreciado en la ciudad de San Martín Texmelucan; pequeño industrial, prestamista, funcionario publico, presidente municipal en cuatro ocasiones.
José Nájera Lagarde con el apoyo de su familia fue un seguidor y promotor del movimiento revolucionario de 1910, apoyando financieramente a los Hermanos Serdán.
Personajes históricos del ámbito local con trascendencia regional y nacional.

“La Familia Nájera Luzuriaga”

Esta historia empieza con el arribo al Valle de Texmelucan de la Familia integrada por Don José Maria Nájera y Huerta y Doña Dolores Luzuriaga, en calidad de propietarios de la Hacienda de San Miguel Lardizábal o Totolqueme.

La Hacienda de San Miguel Totolqueme se menciona en las fuentes documentales desde 1865. A partir de 1872, se tiene la certeza de que los dueños son la familia Nájera Luzuriaga, específicamente Doña Dolores Luzuriaga de Nájera.La hacienda era de dimensiones medianas, comparándola con el resto de sus vecinas. Aun así, la finca limitaba al norte con la Hacienda de Chautla; por el norte con la Hacienda de Chautla y el Pueblo de la Colecturía o San Cristóbal Tepatlaxco; al nororiente con el Rancho del Espíritu Santo y la Hacienda San Damián; por el sureste con San Martín, con la Hacienda de San Cristóbal Polaxtla y el camino de San Martín a Tlaxcala; por el sur con rancho Vista Hermosa, terrenos de San Juan Tuxco, y rancho de la Luz; por el poniente con terrenos de la hacienda la Acuicuilco, y con pueblo de San Rafael Tlanalapan.


Aunque el señor José Maria Nájera y Huerta fue descendiente del distinguido Miguel Nájera -influyente regidor del Ayuntamiento de la ciudad de México entre los años de 1822-1836-, él y su familia llegaron de la Ciudad de Puebla.
Don José Nájera se integró rápidamente a la sociedad y dinámica de San Martín Texmelucan, mostrando siempre su disposición de colaboración y solidaridad; como el respeto a los acuerdos sobre el uso de aguas corrientes y potables con los pueblos de Tlanalapan, Hueyatzacoalco, Tuxco y con la misma ciudad.

Por ejemplo; en 1875 el pueblo de San Juan Tuxco a pesar de poseer muchos arroyos de aguas cristalinas, carecía de agua potable para el consumo de sus habitantes; así que las autoridades auxiliares hicieron en negociaciones con el propietario de San Miguel Totolqueme, accediendo este último a venderles módicamente un surco de agua que manaba del manantial de aguas profundas conocido como “Ojo de Agua”.

Otro caso similar aconteció cuando las autoridades municipales pretendiendo evitar epidemias y mortandades, prohibieron la práctica antigua de enterrar los cadáveres en el atrio e interior del templo de la Parroquia de San Martín Obispo. El ayuntamiento texmeluquense promovió la construcción de un cementerio municipal, alejado de la población, como política sanitaria. Don José Maria Nájera fue el único hacendado que convino en venderle a la autoridad municipal una fracción de su hacienda -por el lado norte- para la creación del “Panteón San Martín”, en el año de 1879.


“Miguel Nájera Luzuriaga”

El hijo mayor de Don José y Doña Dolores, fue Miguel, quien llegó a Texmelucan junto con sus padres cuando tenía veinte años, por tanto, compartía las obligaciones del padre: administraba la hacienda, negociaba y resolvía las dificultades surgidas entre la hacienda y los pueblos circunvecinos.

Como patrón y hacendado se le tenia mucho respeto; se sabe que otorgaba préstamos con réditos accesibles a los campesinos de su hacienda y a los pueblos, era comprensible y buen intermediario en negociaciones; pero también solía ser duro e inflexible cuando los intereses de su finca podrían o eran afectados, se valía de recursos legales para impedir abusos o destrozos a sus propiedades.

Sus relaciones sociales con la comunidad texmeluquense parecen haber sido de amplia cooperación y respeto. Se distinguió por aceptar las comisiones públicas que las autoridades municipales le conferían. Constantemente quedaba integrado a distintos comités, juntas patrióticas y otras comisiones.

Repetidamente era designado como presidente, tesorero o vocal de los festejos nacionales, como del 5 de Febrero, 5 de Mayo y Fiestas Patrias. Acudía a presidir los exámenes finales en las escuelas oficiales y recaudaba los fondos o ejecutaba las obras materiales que la ciudad requería.

En el año de 1890, Miguel Nájera Luzuriaga fue electo por primera ocasión como Alcalde Municipal, cargo administrativo que duraba un año, por lo que sus gestiones debían ser efectivas y fructíferas; nuevamente ocupó la presidencia municipal en el período 1891-1893, y por última vez en 1905.

De sus períodos como alcalde municipal se pueden resaltar los años de 1890-1891 porque fue reelecto; y el de 1893, por que fue, cuando en la Ciudad de San Martín Texmelucan se inauguró la Estación del Ferrocarril Interoceánico, misma que unía a las ciudades de México y Puebla.
En cuanto a su trabajo en los distintos comités y comisiones, Don Miguel Nájera Luzuriaga destacó por sus gestiones en el año de 1903. Ya que desde 1901 se había integrado un Comité Pro Construcción del Puente de Hierro colocado sobre el río Atoyac en la salida a Tlaxcala; un comité anterior había trabajado por dos años, pero sólo había logrado desmantelar el puente ferrocarrilero que estaba en la Hacienda de Chautla, propiedad de una sociedad agrícola-industrial.

El Ayuntamiento de Texmelucan comprometido con la sociedad y con el Gobierno del Estado de Puebla a terminar pronto las obras de instalación, en sesión de cabildo Extraordinaria del 9 de Mayo de 1903 formo un nuevo comité, quedando integrado de la siguiente manera:

“Comité Construcción Puente de Hierro”
Presidente.- Miguel Nájera Luzuriaga
Tesorero.- Delfino Hernández
Vocal.- José Muñoz.

Las gestiones de Miguel Nájera Luzuriaga se concentraron en recabar el dinero para la colocación del puente de hierro; negoció con el gobernador Mucio P. Martínez, con los hacendados de Texmelucan y Tlaxcala, como principales beneficiados. El trabajo de instalación concluyó con la inauguración en 1905 del “Puente Colorado”.

La labor de Miguel Nájera Luzuriaga en los trabajos del puente fue muy reconocida por la sociedad de Texmelucan, porque el 1º de enero de 1905, fue electo, por última vez, como Presidente Municipal.


“La Familia Nájera Lagarde en la Revolución”


El 13 de enero de 1886 la señora Dolores Luzuriaga entregó en adjudicación a Miguel Nájera Luzuriaga la hacienda de San Miguel Totolqueme, con el consentimiento de Don José Maria y los demás herederos; Miguel Nájera posteriormente contrajo matrimonio con la poblana Rosario Lagarde.





La Familia Nájera Lagarde tiene una importancia trascendental en la etapa Maderista del movimiento revolucionario de 1910.

Como hacendados mexicanos de mediana importancia económica se vieron desfavorecidos por las políticas económicas del Porfirismo, razones que los llevaron a simpatizar con el cambio de régimen.

José Nájera Lagarde fue el miembro de la familia que colaboró estrechamente con los Hermanos Serdán durante los preparativos del levantamiento armado programado para el 20 de noviembre de 1910.

Cuando Aquiles Serdán supo de los planes del gobierno porfirista para impedir el levantamiento armado, tenía estructurado un plan de rebelión que contaba con apoyo económico, pertrechos hombres, con elementos de Cholula, Huejotzingo, San Martín Texmelucan, y Tlaxcala.

La participación de San Martín Texmelucan, será a través de los Nájera Lagarde, principalmente de José, el hijo mayor.

El historiador Coronel Porfirio del Castillo cita en su libro las vivencias que tuvo con los Nájera Lagarde:

“Don José Nájera Lagarde fue revolucionario idealista y abnegado.

Pertenecía a una de esas familias beneméritas que registra nuestra historia y que en momentos angustiosos para la patria supieron dejar ejemplo de su acendrado patriotismo sacrificando la tranquilidad de la familia, su patrimonio y hasta la vida de los seres amados. Era el jefe de la casa Don Miguel Nájera Luzuriaga, un revolucionario convencido por su propia observación de los problemas ingentes de los pueblos.
Con tales antecedentes Don José Nájera Lagarde obtuvo el asentamiento de su padre para estar al servicio de la revolución y exponerse personalmente para salvar compañeros en peligro, proporcionó dinero, armas, y hombres, que operaron en su región y otros rumbos.

Don José Nájera Lagarde durante el segundo semestre de 1911 y el primero de 1912 fue presidente Municipal de San Martín Texmelucan.

1 comentarios:

Unknown dijo...

Gracias por dar a conocer esta parte de la historia de mis ancestros; mi tatarabuelo José María Nájera y Huerta; de mi bisabuelo Miguel Nájera Luzuriaga y de mi abuelo José Nájera Lagarde.

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